jueves, 14 de mayo de 2009

El Amazonas, amenazado

El Amazonas, con una superficie superior a la de toda Europa, además de ser el pulmón más grande que existe, tiene el río más caudaloso. El mundo esto lo sabe y, por esa razón, distintos países, individuos, empresas, quieren tenerlo para sí, aunque esto implique un costo muy alto para el Brasil.

Por eso, el gobierno brasileño está sumamente preocupado por este tema. El Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra), calcula que el 56 por ciento de las propiedades amazónicas están en manos de empresas foráneas.

De las 5.5 millones de hectáreas, 3.1 millones son latifundios pertenecientes a extranjeros. Esas empresas propician la deforestación de miles de árboles, que después son utilizados para la fabricación de muebles muy apreciados en Europa y Estados Unidos.

El presidente Lula da Silva, expresa por lo general su enojo: “La Amazonia brasileña tiene dueño. El dueño es el pueblo brasileño”. El tema no solo le tendría que preocupar al país más grande de Sudamérica, sino a todo el continente, ya que la tala indiscriminada está produciendo cambios climáticos que afectan a millones de personas y especies animales.

En 1971, Brasil prohibió a los extranacionales disponer de la propiedad de más del 25 por ciento de las extensiones de un mismo municipio, además de que cualquier operación de compra tenía que estar debidamente inscripta en los padrones oficiales.

Lamentablemente, en 1998, el Abogado General de la Unión, Geraldo Quintao, eliminó las restricciones y permitió que cualquier persona que tuviese residencia formal en Brasil, pudiera adquirir posesiones en cualquier lugar del país sin autorización previa.

El gobierno brasileño ha recibido críticas por parte de grupos ecologistas y hasta de la propia Iglesia Católica por haber abierto el país a la ganancia extranjera. Es por eso que ahora el gobierno de Lula de Silva estudia medidas jurídicas para restringir la venta a capitales extranjeros. La idea es que haya una ley del Congreso que ponga fin a las asociaciones ilegítimas entre extranjeros y brasileños, con el fin de apropiarse de grandes extensiones selváticas.

Si el Gobierno logra limitar la venta de selva, no sólo estará afianzando su soberanía en su territorio, sino que además ayudará en la lucha contra el cambio climático.

2 comentarios:

  1. QUE PESAR...QUE POR PLATA O DINERO SE DESTRUYA LA CASITA QUE DIOS NOS DEJO...POR FAVOR...REFLEXIONEMOS...TALVEZ AUN ESTAMOS A TIEMPO DE HACER ALGO A FAVOR DE NUESTRO HOGAR...CUIDEMOS EL MUNDO Y SU MEDIO AMBIENTE...POR FAVOR!

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  2. si es tiempo d hacer lo q se pueda despues nos arrepentiremos d no hacerlo en el momento q se podia la vida es bella cuidemola y el medio ambiente es nuestra vida sin selvas no la hay ni para nosotros ni para los animales q ayi abitan es hora de luchar x nuestras selvas q todos los gobiernos nos ayuden

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