El mundo está viviendo una crisis alimenticia importante. Si bien la producción de los principales cereales aumenta todos los años, varios factores hacen que más de 1.300 millones de personas en todo el planeta pasen hambre.
Por un lado, países como China e India demandan cada vez más alimentos ya que ambos están azotados por los cambios climáticos, las inundaciones y sequías.
Desde hace unos años, Europa, Brasil y Tailandia, decidieron incentivar el uso de biocombustibles, lo que representa que un porcentaje de los productos no sea destinado a la alimentación sino que se convierta en combustibles como el etanol. Intentan alentar este consumo ya que el petróleo tiende a aumentar con el correr de los meses.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, con el apoyo recibido por Cuba para que sea su principal socio, aseguró, antes de comenzar la cumbre mundial de la alimentación en Roma, que su país será el próximo granero del mundo; lo que equivaldría a producir más alimentos para afrontar esta crisis mundial.
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